La colección de platos del Festival de los Reyes Magos en Vieques tiene un valor incalculable. Pero se puede desglosar en siete aspectos - que nosotros llamamos "Los 7 valores".
1. Valor cultural. La tradición puertorriqueña ha sido el caballo de paso fino que nos ha cargado a través de los siglos en la lucha por la defensa de nuestra identidad como nación, distinta y única. La fiesta de Reyes, tradición de tradiciones en el libro puertorriqueño, es considerada por muchos la más querida y la más puertorriqueña de nuestras tradiciones. La de la confrontación centenaria con el viejo santo que no es santo, y la que aún sale airosa a pesar de todos los intentos mediáticos y comerciales, y muy a pesar del calendario escolar que le da todas las de perder. Nuestros niños y niñas aman a los Reyes Magos, aunque al día siguiente tengan clases y no puedan disfrutar al máximo de sus regalos. Esa tradición queda plasmada año tras año en nuestra colección de platos. Cada plato refleja la interpretación personal idiosincrática de cada artista participante que ve en los Reyes Magos los recuerdos de su infancia, los valores de su historia patria, el futuro de lo nuestro. 2. Valor patriótico. Todos los artistas que engalanan nuestros platos son puertorriqueños o puertorriqueñas. Consideramos importante que así sea porque nuestra clase artística es una de las que más han sufrido la colonización de nuestra patria, y además es responsable de mantener viva la llama de nuestra identidad nacional en sus obras. 3. Valor social. Las obras de arte, especialmente las de nuestros más experimentados artistas, son usualmente inalcanzables para la gran mayoría de nuestro pueblo por sus altos precios. Esta colección pretende hacer el arte de nuestros artistas disponible a precios módicos para el pueblo. Que toda persona que desee tener una obra de arte puertorriqueña en su casa, para su deleite diario y el de su familia, pueda hacerlo al obtener los platos de esta colección. 4. Valor artístico. La calidad del arte de los diseños de estos platos es excelente. Los artistas han producido dibujos dignos de su historial como artistas. La popularidad de la colección entre aquellos que entran en contacto con la misma así lo atestiguan. Esta colección de Reyes es una joya artística digna de sus artistas participantes y del tema que la inspira. 5. Valor moral. Los artistas de nuestra colección se merecen nuestro más profundo respeto. Todos han donado su arte sin condiciones, libre de costo, en solidaridad con la niñez viequense. Muchos de ellos son artistas que pudieran estar cobrando miles de dólares por sus obras, sin embargo, han comprendido el compromiso histórico que tiene el pueblo puertorriqueño con Vieques y han respondido con la moralidad que esto requiere. 6. Valor histórico. Cada plato de la colección es conmemorativo del Festival de los Reyes Magos en Vieques del año particular en que se produce. Junto a Biekesí, la revista del Festival, provee continuidad histórica al Festival de Reyes - la revista en su aspecto documental y el plato en su aspecto pictórico. Mientras haya Festival de Reyes habrá plato conmemorativo. Y esto esperamos que sea permanente, independientemente de la ida y venida de nosotros los mortales que nos encargamos de esta permanencia. 7. Valor económico. Cada plato equivale a un juguete para un niño o niña viequense, el cual se regala en el Festival de los Reyes Magos en Vieques. Es decir, las personas que obtienen los platos de la colección tienen el privilegio de contribuir de esa manera con la compra de los juguetes que los Reyes Magos le traen a estos niños cada año. Actualmente la colección de platos es la mayor fuente de fondos para este Festival de Reyes. Esperamos, con la solidaridad de nuestro pueblo, que se convierta en la base económica del Festival en el futuro. Que los niños y niñas de Vieques, que tanto se lo merecen y lo necesitan, tengan su Festival de Reyes Magos per secula seculorum. Para siempre. Nuestras gracias eternas a artistas y coleccionistas de los platos del Festival de los Reyes Magos en Vieques. Tomado de Biekesí. Año 15-Número 26-Noviembre 2015-Página 31
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Como ya es tradición durante el Festival en Apoyo a Claridad, el Comité de Trabajo en Apoyo a Vieques y el Festival de los Reyes Magos de Vieques volverán a decir presente para honrar la patria y promulgar la gestión que por más de cuarenta años ha llevado a cabo la publicación. Tendremos una variada oferta de comida y bebida (donde ofreceremos entre otras los sabrosos pasteles y empanadillas de bacalao de Tata, arroz con dulce y tembleque, bebidas con jugos naturales, Bili viequense, asopao todas las noches y mucho más...) además que nuestra Carpa tendrá camisetas, banderas y la colección de platos conmemorativos a la venta. Los recaudos de estas y otras actividades se dirigen directamente a los fondos para costear el Festival de los Reyes Magos de Vieques. Te recordamos que también puedes ayudar patrocinándonos como voluntario, trabajando un turno dentro del quiosco o la carpa, donando comestibles o bebidas (aquellas que se te quedaron esta Navidad...) o donativos en metálico para comprar materiales, etc. Puedes llamar al 787-632-0116 o al 787-644-1131. El quiosco estará localizado cuarto a la derecha después que entras y la carpa del bazaar cerca de los artesanos - busca los platos, banderas y camisetas de los reyes magos (poner las dos opciones de colores, el precio de $12 más $3 de acarreo.) Habrá también camisetas de $5 y $10 y banderas de diferentes tamaños con el triángulo azul celeste. ¡ NO TE LO PIERDAS! Sería fácil llenar unas cuartillas en que se mezclaran frases de elogio y de consternación, de amor hacia la víctima y de condena hacia los asesinos. Podríamos reducirlo todo al abrazo solidario al compañero Fermín Arraiza Navas (el Rey Mago Baltasar de nuestro Festival) y a los familiares y amigos de la Lic. Francelis Ortiz Pagán. Quizás deberíamos nadar con la corriente, levantar el dedo acusatorio y clamar eufemísticamente por justicia cuando en realidad clamamos por venganza. Pero honrar a Francelis y ser solidario con Fermín exige mucho más de nosotros, exige mucho más de esa familia extendida que es el Festival de los Reyes Magos de Vieques. Nuestro luto tiene que convertirse en fuerza inspiradora que nos sirva de brújula y norte en la lucha de cada día por construir un Puerto Rico mejor. En el marco de esa lucha por un mejor país surgió y creció la relación amorosa entre Francelis y Fermín. De un lado la Fiscal, del otro el abogado defensor. Ambos respetuosos de la dignidad del ser humano, del concepto democrático de justicia que parte de la presunción de inocencia de los acusados. Ambos firmes en la férrea defensa de los derechos civiles y humanos. Hablábamos anoche con nostalgia de una noche de bohemia en que Fermín en tono de broma decía "Ella trata de meterlos presos, yo de liberarlos". Pero ya en tono más serio señalaba, ''Ambos queremos un sistema de justicia más justo, más eficiente y más democrático." Que la magia y la sabiduría de los Tres Reyes Magos sirva de bálsamo e inspiración a sus dolientes. Que Camila, su querube de cinco años, crezca acompañada del amor entrañable de su papá y demás familiares y bien orgullosa del legado de bien que hereda de su mamá. Que viva siempre orgullosa de ser el producto del nido de amor que formaron Francelis y Fermín. Que así sea. Irmgard y Ramón ![]() El velatorio de amiga y licenciada Francelis Ortiz Pagán, esposa del Lic. Fermín Arraiza, será en la Funeraria Martell de Mayaguez comenzando hoy jueves de 6 p.m. a 10 p.m. y el sábado de 10 a.m. a 10 p.m. El teléfono de la funeraria es el 787-833-6400. El sepelio será el sábado a las 10 a.m. en el cementerio Vivaldi. Muchas gracias por su solidaridad, Irmgard y Ramón ![]() Compañeros y compañeras, la trágica muerte de la Licenciada Francelis Ortiz Pagán, esposa del Licenciado Fermín Arraiza Navas (nuestro Baltasar) nos toca muy de cerca. La amistad, las muchas experiencias de lucha y la camaradería nos unieron. Ahora su partida deja un gran vacío en nuestros corazones así como en el de nuestro gran amigo. Estaremos pendientes al desarrollo, no solo de la investigacion, sino de los arreglos de su sepelio y despedida. Tan pronto sepamos detalles correspondientes los dejaremos saber para que puedan expresar sus condolencias a la familia de Francelis y al respetado y querido hermano y luchador de la Patria Fermín Arraiza. Unidos en el dolor, Ramón e Irmgard Gracias a los voluntarios, al equipo del Comité de Trabajo en Apoyo a Vieques (CTAV) y a todos los participantes de esta fabulosa edición 2016 del Festival de los Reyes Magos de Vieques.
por Mirelsa Modestti, Ph.D. Durante los pasados quince años, un grupo de puertorriqueños con el alma generosa y el corazón solidario ha estado sembrando ilusión y esperanza entre los niños de la Isla Nena a través del Festival de los Reyes Magos de Vieques. Y desde hace ocho años, las figuras más importantes de la plástica puertorriqueña han estado diciendo “presente” a la niñez viequense, donando generosamente su talento para ayudar a cumplir los sueños de los niños.
Este año, tengo el inmenso honor de presentar el plato conmemorativo de los Reyes Magos con que el afamado artista ponceño Wichie Torres enaltece la colección. Wichie es el pintor de lo puertorriqueño. Atesora nuestra cultura y nuestras raíces y así las ha plasmado a través de toda su obra en estampas de bailes de bomba, juegos populares, quema de cañaverales y pesca nocturna, paisajes del terruño amado y personajes como piragüeros, vendedores ambulantes, músicos, galleros, jueyeros, vejigantes, músicos y pescadores. Y por supuesto, Reyes Magos. En este hermoso trabajo que presentamos hoy a ustedes, a través de sus ya famosas burbujas, el pintor nos permite volver a ser niños y mirar a los tres Santos Reyes con la emoción de la víspera. Es un regalo a los niños de Vieques y es un regalo a todos los que hemos permitido que nuestra niñez se aleje demasiado de nuestros corazones. Acepto, entonces, la invitación del artista y presento este hermoso plato conmemorativo con una historia inspirada por él. El corazón de los Magos de Oriente (cuento) Era de tarde y la inconfundible brisa fresca de la Navidad se paseaba coqueta por entre las playeras. El mismo sol que en verano quemaba pieles, piedras y cuanto alcanzaba con sus rayos inmisericordes, hacía ahora su aguaje, apenas tibio, sobre la arena viequense. A pocos pasos de la hermosa costa, estaban sentados tres niños, a la orilla de un camino de tierra. Uno de ellos, Luis, achicaba los ojos y aspiraba sonriente la brisa deliciosa, mientras miraba hacia el horizonte. Advertir, primero que nadie, si pasaba un barco era uno de sus pasatiempos favoritos. Su hermano mayor detestaba los barcos, porque había crecido asustado por los cañonazos de las prácticas militares. Afortunadamente, Luis había crecido sin saber del sobresalto del estruendo y sin conocer la angustia de una vibración intrusa en el centro de su pecho. Su única referencia de la Marina de Guerra eran los viejos letreros en las verjas mohosas, con advertencias que él no comprendía, las historias de horror que contaban sus familiares y los retratos de su primo Monchín, a quien nunca conoció, pero cuya sonrisa iluminaba las fotos de tal manera, que era difícil fijarse en que no tenía pelo. Noel y Wicho estaban con él, pero casi nunca miraban hacia el mar. Noel porque le guardaba distancia desde un día en que se escurrió, chiquito él, por entre las piernas del mar de gente que se había arremolinado en la orilla de la playa y al llegar al centro del remolino de curiosos, había visto una tintorera del tamaño de su papá, retorciéndose en la arena que se teñía del color de los ladrillos por las aperturas de los arponazos. Ese día había decidido que si aquellas criaturas vivían debajo del agua, él sería una criatura cien por ciento terrestre. Nada más con el testigo. Wicho no miraba para el mar, porque siempre estaba mirando al piso. Lo había copiado de su papá, que a fuerza de no encontrar soluciones, andaba siempre con la cabeza baja, como si fuera la tierra la que guardara las respuestas que necesitaba... la misma tierra que ahora lo cobijaba. Ahora, con una ramita firme, Wicho hacía rayitas paralelas en la tierra y luego las cruzaba con otras rayitas paralelas, formando un cuadriculado que no serviría para nada. - ¡Ya sé!... Juguemos a los Reyes Magos -dijo el pequeño Luis... -¿A los Reyes Magos? - preguntó Noel en un tono entre asombrado y escéptico. - Claro - insistió Luis - El nacimiento está montao’ en la gramita del parque. Solo falta que vengan los tres reyes a traerle regalos al niñito Jesús. Noel, quien era siempre el más realista de los tres, apuntó inmediatamente: - ¿Cómo vamos a jugar a ser reyes? Los reyes son ricos. Tienen mantos y coronas... Nosotros somos tres niños pobres. - ¿Y de cuándo a acá los juegos tienen que ser verdad? - ripostó Luis. El pequeño Wicho, quien había estado cabizbajo, tratando de ignorar que desde un vaso de leche con dos galletas de soda en la mañana, no había vuelto a comer nada, se interesó en la propuesta. - Yo puedo ser el negrito, mírenme... Luis soltó una carcajada y aprovechó que la cosa estaba dos a uno para armar el juego: -¡Dale! Vaya cada uno a su casa y busque manto, corona y regalo y nos encontramos aquí de nuevo... Y como Luis y Wicho corrieron a sus casas, Noel no estaba como para quedarse atrás, así es que se fue también a ver qué encontraba para convertirse en rey. Luis fue derechito al cuarto de su hermana. Sabía muy bien lo que le daría de regalo al niño. A los bebés les gustan los peluches y las nenas siempre tienen la cama llena de peluches. Encontró uno pequeñito, que tenía un corazoncito rojo pegadito en el pecho. Era perfecto para regalárselo al niñito Jesús. Agarró del escurridor de la cocina un colador de pasta que se le antojó una corona perfecta y salió corriendo por la puerta de la cocina, antes que lo regañaran. Su mamá no vio el colador, pero Luis se llevó el regaño como quiera por dejar que se tirara al puerta de tela metálica. Al pasar por el tendedero, arrancó una toalla grande que estaba ya casi seca y de camino a encontrarse con sus compañeros, se puso el colador en la cabeza y se amarró al cuello las puntas de la toalla para que le sirviera de manto. A medida que se acercaba, se iba sintiendo más y más rey. Noel entró a la casa y se encontró de frente con la abuela. Estaba sentada en el sillón de siempre, aspirando con desespero el humito que manaba de la mascarilla plástica conectada a la maquinita. - Abuela, ¿tienes asma otra vez? La abuela siempre disimulaba el agonizante suspiro de cuando el aire no llega, para no asustar al muchacho. - No pasa ná, mi’jo... Es la humedad... - Últimamente siempre estás asfixiá... Yo no quiero que te pase nada, Abuela... - Y no me va a pasar ná. ¿Tú no has oído decir que la yerba mala nunca muere? Y las dos o tres carcajaditas forzadas acabaron mezclándose con la tos. Noel le preguntó si ella iba a usar la estola que estaba sobre el espaldar del sillón y ella, todavía ahogada, dijo que no con la cabeza. Le preguntó si se la podía llevar prestada, y ella asintió con la cabeza tratando de contener la tos. Resuelto el asunto de la capa, le faltaban la corona y el regalo. Miró hacia la mesa de la sala y vio un cofrecito en forma de corazón. De esos que cuando uno abre la tapa, tocan música. Era de su mamá y era de las pocas cosas que ella de verdad atesoraba. Pero sería solo por un ratito y la cuidaría mucho. El asunto de la corona era un poco más complicado. Se asomó a las dos habitaciones de la casa, rebuscó los gabinetes de la cocina, pero ni rastro de lo que pudiera parecer una corona. Entonces, fue al taller de mecánica improvisado de su padrastro. En una esquina, había un carretón de piezas viejas para decomisar. Luego de rebuscar un poco, encontró una pieza en forma de anillo que se probó y le sirvió perfecto a su cabeza. Con un paño, negro de sucio, le limpió el exceso de grasa, se lo puso y corrió al encuentro con sus amigos. Wicho entró a su casa. Más que nada, pa’ disimular, porque él sabía bien que allí no había nada con qué simular una vestimenta de rey. Jesús es un niño, como nosotros... - pensó - “así es que seguro que le gustará hacer burbujas...”. Y tomó prestado el potecito de burbujas de su hermanita, junto con una varita que hacía que las burbujas salieran en forma de corazón... Fue de ahí al cuarto de su mamá y miró con detenimiento. Vio en un canasto el remanente de una tela con que su mamá había hecho una cortina para la casa donde trabajaba. Era verde y tenía unos diseños en hilos dorados, digno de un manto de rey. Encontró los aros de madera que usaba su mamá para tensar la tela mientras bordaba y le parecieron perfectos para sujetar el manto de su cabeza. De camino hacia la puerta de la calle, se percató de que el pote de las burbujas estaba bajito y corrió a la cocina a echarle un poco de líquido de fregar... ese rosa, espesito, que tan buenas burbujas hacía y echó un poquito en el pote... Poquito, porque allí siempre todo se usaba de poquitos, porque sabe Dios si después no había para comprar más... Y de momento se encontraron los tres jóvenes reyes en el pedazo de callecita cerca de la playa. - ¿ Y ahora? - preguntó Noel, comenzando a sentirse extraño en aquella facha. Luis volvió a tomar la batuta: - Ahora nos ponemos los nombres y empezamos… Noel, tú eres el más grande, así es que tú debes ser Melchor, que era el más viejito de los tres. Tú le vas a llevar la mirra. Noel se encogió de hombro -. Yo ni sé lo que es mirra.... Yo le traje una cajita de música en forma de corazón. Cuando el niño llore, la virgen le puede poner musiquita. A los bebés les gusta la música. - OK pues le llevas eso. Tú, Wicho… - Yo sé… Yo soy el negrito. - Se llama Baltazar y es el que lleva el oro; el más precioso de los metales. Wicho se preocupó un poco- . Bueno, yo no tengo oro. Yo le traje unas burbujas para que se entretenga. Y miren... ¡La varita hacer burbujas en forma de corazón! A Luis le gustaban mucho las burbujas, así es que aceptó: - Perfecto. Yo como soy medio rubio, pues soy Gaspar... Y se supone que le lleve incienso, pero tampoco tengo eso. Yo creo que le va a gustar más este peluchito, que tiene el corazón rojo como la Navidad. - ¡Rey Melchor! - exclamó, llamando a Noel, quien se había distraído tratando de llamar la atención de un gato. - ¡ Rey Melchor! - insistió. Wicho le dio un codazo a Noel, quien reaccionó inmediatamente. - Ajá, Rey Gaspar, ¿Qué sucede? -Han llegado noticias del pueblito de Belén. En un pesebre muy pobre, entre una mula y un buey, ha nacido el Rey del Universo. Wicho se emocionó y metió la cuchara: - Debemos ir a adorarle… Seguiremos la estrella de Belén, que se debe ver en occidente... Y en la fantasía del juego, miraron los tres al cielo, buscando la estrella. Y los tres vieron una hermosa estrella que estaba posada justo sobre ellos. Con sus ofrendas en mano, emprendieron camino siguiendo la estrella hasta llegar a la grama del parque, allí donde estaba ubicado el nacimiento. Luis, bueno, el Rey Gaspar, se acercó primero y le dijo a la Virgen María. - Ave María... somos los Tres Reyes Magos... de Vieques... Y como la fantasía de los niños es tan poderosa, la Virgen María le contestó: - Sé quienes son, Rey Gaspar. Gracias por venir a conocer a Jesús. Noel, bueno, el Rey Melchor, se acercó a ver al niño... - Está llorando... Le he traído una cajita de música... Y la virgencita le dio cuerda a la cajita y se la puso al lado al niño y Jesús paró de llorar. Melchor le dio un codacito a Gaspar... - ¿Viste? Te lo dije que iba a parar de llorar... Entonces Gaspar le dio a San José el peluchito que le traía... -Este osito de peluche es para que lo acompañe en el pesebre. Tiene un corazón rojo, como la Navidad... San José le dio las gracias al niño y puso el peluchito en el pesebre. En ese momento, Wicho, bueno, el Rey Baltasar, se acercó y abrió el potecito de burbujas. Y comenzó a soplar en la varita en forma de corazón y empezaron a salir burbujas hermosas. Y muy pronto, se llenó toda la escena de burbujas. El niño las miraba y reía y los padres daban gracias a los reyes, que se veían hermosos a través de las burbujas. Los magos de Oriente llevaron al niño Dios sus obsequios... Y le han traído tres corazones al artista porque tanta generosidad no cabía en uno solo. Los niños de Vieques le dan las gracias. La magia de los Reyes Magos llega este jueves 17 al Auditorio Fortunato Vizcarrondo de Carolina.
El Municipio Autónomo de Carolina, solidario con el Festival de los Reyes Magos de Vieques auspicia hoy la muestra y presentación del plato conmemorativo 2016. La misma estará a cargo de la Dra. Mirelsa Modestti y en la música, la guitarra del maestro Rafael Taboas. Esta es la última de las actividades de presentación que el Comité de Trabajo en Apoyo a Vieques realizará este año 2015 pues el 7 de enero iniciamos el año con el ya tradicional Festival de los Reyes Magos de Vieques. Información:787-205-3162/644-1131. Este próximo jueves, 10 de diciembre, el plato conmemorativo del Festival de los Reyes Magos de Vieques llega a Casa Aboy en una presentación muy especial. La misma está a cargo de la escritora Tina Casanova y el ponceño Wichie Torres, autor de la obra, quien estará presente para firmar las piezas.
Iniciaremos la actividad a las 7:30pm. La compra de cada plato apoya el Festival y su misión de proveer un Dia de Reyes muy especial para miles de niños y niñas viequenses. Apoya esta causa y unete a todos los que han aportado para que esta celebracion sea exclusiva para la ninez de nuestra isla nena. Para mas informacion, visita nuestra página www.festivalreyesmagosdevieques.org o llama al (787)644-1131. Visitanos en facebook o twitter y continua la conversación! Con el motivo del lanzamiento del nuevo plato conmemorativo 2016, el Festival de los Reyes Magos de Vieques los invita a la serie de presentaciones oficiales. Este año, la obra corresponde al ponceño Wichie Torres, quien ha colaborado con una obra llena de color y sensibilidad, alusiva a la noche de reyes.
Jueves 3 de diciembre - Casa Ulanga Arecibo 7:00pm Sábado 5 de diciembre - Galería Trinitaria Ponce 1:00pm Jueves 10 de diciembre - Casa Aboy Miramar 7:00pm Sábado 12 de diciembre - Librería El Candil Ponce 2:00pm Jueves 17 de diciembre - Auditorio Fortunato Vizcarrondo Carolina 7:00pm Para detalles, puede comunicarse con el Comité de Trabajo en Apoyo a Vieques al (787) 644-1131 o envíenos un correo electrónico a ctav_@hotmail.com. Los esperamos. |
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